La declaración dice:
"Como azerbaiyanos residentes en el extranjero, expresamos nuestra profunda preocupación por la reciente noticia de la construcción por parte de Armenia de una gran planta metalúrgica en el pueblo de Yeraskh (Arazdeyan), en la frontera con Azerbaiyán y la República Autónoma de Najchiván. Consideramos este hecho como un claro indicio de la intención de Armenia de agravar la ya precaria situación medioambiental de la región.
La construcción de esta amplia planta metalúrgica, que ocupa una superficie de 16.500 metros cuadrados y tiene una capacidad de producción anual de 180.000 toneladas, representa una flagrante violación de las normas y principios internacionales, en particular los establecidos en el Convenio de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas sobre la evaluación del impacto ambiental en un contexto transfronterizo (Convenio de Espo).
Según el Convenio de Espo, cualquier actividad económica a gran escala emprendida por Armenia dentro de su territorio que tenga un impacto medioambiental negativo en los países vecinos, en particular Azerbaiyán, debe ser coordinada y comunicada a las instituciones pertinentes de Azerbaiyán como país vecino. Lamentablemente, Armenia ha incumplido sistemáticamente estas disposiciones y ha demostrado su desprecio por el derecho internacional y medioambiental. No se trata de un incidente aislado, como demuestra la anterior acción legal de Azerbaiyán contra Armenia en virtud del Convenio de Espo en respuesta a los planes de construcción de un nuevo reactor nuclear en la central nuclear de Metsamor. La decisión alcanzada en ese caso afirmó el incumplimiento por parte de Armenia de las disposiciones del Convenio.
Además, nos gustaría llamar la atención sobre la continua contaminación del río transfronterizo Okhchuchay en Armenia, resultante del alto contenido químico de los residuos vertidos por las industrias mineras de Gafan y Gadjaran. Estas industrias, que actúan como fuentes de residuos industriales, tienen un impacto significativo en el entorno ecológico de Azerbaiyán. Estos casos subrayan aún más las repetidas e ilegales acciones de Armenia, que no sólo suponen una amenaza para Azerbaiyán, sino que también ponen en peligro la seguridad ecológica de toda la región.
En solidaridad con nuestros compatriotas azerbaiyanos que viven en el extranjero, condenamos enérgicamente las acciones de Armenia que perjudican la seguridad medioambiental de la región y contravienen las normas y leyes internacionales. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que preste especial atención a esta apremiante cuestión y adopte las medidas adecuadas para hacer frente a las continuas violaciones medioambientales cometidas por Armenia".
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